Ceremonia Mágica para hacer daño
Cuando se tiene un enemigo, a quien no es posible inferirle un daño directo, por razones múltiples, se aconseja recurrir a la siguiente ceremonia mágica: Un mechón de pelos obtenidos de la coronilla del enemigo, se divide en tres porciones iguales. La primera parte del mechón, se coloca entre dos piedras a su alrrededor, la familia del afectado y dirigida por un “entendido”, va ejecutando una serie de saltos, simulando una danza, al mismo tiempo que van apaleando y pinchando los pelos, con filudos punzones de madera. Otra porción de pelos, es llevada en silenciosa procesión, al mar y después de efectuar en sus orillas saltos similares a los anteriores, se amarran los pelos en un tallo de sargazo para que las olas lo golpeen. La tercera parte del mechón, se lleva al campo, para sepultarla al pie de un espinoso “calafate” después de tres vueltas alrededor del arbusto se da por terminada la ceremonia y la familia regresa a su hogar, satisfecha de haber saldado la venganza y ocasionado grandes sufrimientos o la muerte al enemigo.
Los individuos que integran la ceremonia, están plenamente convencidos que por la fuerza mágica de los diferentes actos realizados, conseguirán que el infortunado enemigo enferme de gravedad experimente dolores atroces; entre en penosa agonía y finalmente muera atormentado.
Algunos machis practican una transferencia del mal, ocasionando daños y tormentos a un sapo; daños y tormentos, que serán experimentados por la persona a quien se desee hacer mal y que pueden conducirla a la muerte.