El Pincoy

Hijo de Millalobo, tiene cuerpo de foca de gran tamaño, color plateado brillante, con hermoso y varonil rostro humano, luciendo poblada melena dorada.

Es el administrador en los dominios de su padre; inspector severo del fiel cumplimiento de sus mandatos; vigilante acucioso del normal desenvolvimiento de todos los procesos que se desarrollan en los mares; especialmente los relacionados con la reproducción de los peces y demás habitantes del mar.

Permanece siempre atento a las actividades de sus hermanas, la Pincoya y la Sirena, a quienes ayuda y protege.

Gran admirador de las mujeres bellas: se acerca de vez en cuando, a las playas grises de alguna isla, a contemplar las atractivas formas de una mujer hermosa que se encuentra mariscando aguas adentro. No siempre sus acciones se detienen en la mera contemplación de la belleza, con relativa frecuencia logra conquistar los favores de una muchacha. En la isla de Alao, se cuenta, que en la casa donde vivía una muchacha admirada como hermosa, nació un niño con cabeza de foca, que sólo vivió escasas horas y cuya paternidad se culpó al Pincoy; aunque de
parte de ella no fue posible obtener dato alguno al respecto. En la isla Tac, tan baja que a la distancia parece estar bajo las olas, en una hondonada del mar, se comenta el caso de una muchacha que tuvo un raro parto dando a luz una foca, que mantuvo largo tiempo oculta y que a un descuido de su madre, corrió a perderse en el mar. Pescadores de la isla Llingua, famosos por sus proezas marineras, cuentan haber visto al Pincoy, durante sus faenas de pesca, nadando a velocidad extraordinaria, brillando como un rayo plateado a corta distancia de sus embarcaciones. Las muchachas que lo han visto de cerca, fieles a su promesa, sólo excepcionalmente refieren datos muy vagos de él. Todas las
versiones coinciden en decir que es muy hermosos, atrayente y que le agrada la música, sintiendo atracción muy especial, por la que produce la flauta hecha de colihue (a esta afición debe seguramente su nombre: de Pinculhue=flauta).

Entre la Pincoya y el Pincoy, existe una rara unión. El relato los señala como hermanos y esposos al mismo tiempo. Podrían explicarse estos hechos, como una duplicación de la misma leyenda, del matrimonio del Millalobo con la Huenchula; serían por tanto, los mismos personajes, actuando desdoblados o confundidos en otra leyenda. Tal vez se trate de un solo personaje, “el Espíritu de la Fecundidad”, actuando en sus dos manifestaciones de hembra y macho. Sólo conjeturas, pero que valgan a modo de explicación de la extraña unión de estos dos seres mitológicos.