Cutipe

El diagnóstico de enfermedad de susto, es uno de los más frecuentes, al que llegan las “curiosas”, frente a un niño que llora día y noche y al que ni los brazos de su madre, ni el balanceo de la cuna, logran calmar un instante.

Este grave mal, que puede llevar al tierno infante hasta la muerte, tiene según los curiosos, una sola modalidad de tratamiento y éste se realiza a través de una ceremonia especial, llamada “Cutipe” y consiste en lo siguiente: la madre sostiene la criatura por el tronco, y la curiosa de ambos pies en esta forma, rodean la casa, deteniéndose en cada una de las cuatro esquinas, para que la machi proceda a rociar en la espalda desnuda del niño, tres buchadas de una infusión preparadas con toronjil, flor de piedra, huipinda, flor de ciruelillo, hojas de poleo y polvos de “tuya”. Una vez llegadas a la última esquina, la curiosa entrega el niño a su madre y ejecuta una extraña danza, dando pequeños brincos, girando en círculo y levantando varias veces sus polleras, llama en voz alta a su niño por su nombre durante cuatro veces y en cuatro direcciones opuestas. Una vez finalizada esta ceremonia entran todos a la casa, acuestan al niño en su cuna, se le da a beber cucharaditas de infusión de “Huelhue” y a los pocos minutos se queda profundamente dormido (seguramente por el efecto sedante de esta última planta).

Al decir de las madres, que desesperadas han tenido que recurrir al “Cutipe”, el niño amanece al día siguiente completamente sano.