El Millalobo
El Millalobo, destacado personaje que habita en lo más profundo del mar; fue concebido por una hermosa mujer en amores con un lobo marino, bajo el mandato y protección del espíritu de las aguas, la culebra de Coicoi. Este acontecimiento se produjo durante el período de invasión de la tierra, por las aguas del mar.
El Millalobo, fue investido por Coicoi-vilu, como dueño absoluto de los mares y de todo lo en ellos comprendido. Se le describe como un extraño ser, del tamaño de una foca grande, con el rostro parecido al de un hombre y al de un pez, al mismo tiempo. La parte del tórax tiene aspecto humano, el resto de su cuerpo, tiene inconfundibles formas de lobo marino. Está cubierto de un corto y brillante pelaje, color amarillo oro, de ahí su nombre de Millalobo (de milla=oro) o lobo de oro.
En ocasiones especiales, sale con su amada, la Huenchula, a las playas solitarias a disfrutar de los rayos del sol.
El Millalobo, es incuestionablemente uno de los personajes más interesantes de la mitología chilota y en cuanto se refiere a los habitantes del mar, el más importante, desde el punto de vista jerárquico. Es el amo absoluto de todos los mares y el jefe supremo de los seres reales o imaginarios que en ellos habitan.
Comparte su vida con la bella Huenchula, la hija de una vieja hechicera, llamada “la Huenchur”. De esta unión nacieron tres hijos: la Pincoya, la Sirena y el Pincoy. Todos ellos desempeñan importante papel, en los vastos dominios del poderoso padre.
Este personaje, es el gran ordenador y vigilante de todos los procesos que se desarrollan en las amplias latitudes del mar. Como dueño y señor, de gran poderío, delega sus importantes funciones, en varios miembros subalternos, encargados de hacer cumplir sus mandatos y voluntad: desde sembrar peces y mariscos, cuida su desarrollo y multiplicación; hasta dirigir las mareas o controlar las calmas y tempestades. También están bajo su rígido mandato las acciones de los seres maléficos, como “la Vaca Marina”, “el Cuero”, etc.
El Millalobo, equivale a Neptuno o Poseidón, de la mitología grecorromana. Y también tiene algunos puntos de contacto con el mito de Adonis, quien según una aversión, pasaba la mitad de su vida en las profundidades de la Tierra, y una vez al año salía a la superficie y tomaba mujer: traduciendo lo que ocurre con las semillas y en general con los procesos que se desarrollan en la Naturaleza. Similar interpretación podríamos dar, a las salidas del Millalobo y la Huenchula, hacia las playas chilotas, durante los escasos días de sol.